lunes, 2 de septiembre de 2013

Barack Hussein Obama II, presidente de los Estados Unidos de América y dueño del Universo

"Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas."
Bob Marley
Justo Cruz
Me equivoqué. Estaba convencido de que el presidente Barack Obama no tenía ningún poder y que Estados Unidos de América no era el país mas poderoso del planeta, pero me equivoqué.
Rectificar es de sabio aunque a uno le duela en el alma.
Estos señores si no son los dueños del planeta se comportan como tal.
Hace unos días cuando veía la comparecencia de Obama en la Casa Blanca donde anunciaba su decisión de solicitar al Congreso que apoye una acción militar para “castigar” al régimen de Bashar Assad por su presunto uso de armas químicas contra el pueblo sirio, muchos nos acordábamos de su antecesor el ex presidente George W. Bush y nos preguntábamos, ¿cómo pueden ser tan descarados?
Aunque ellos se empeñen en subrayar que esta campaña contra Siria no es idéntica a la campaña que George W. Bush orquestó contra Iraq, el mundo entero sabe que sí, que es el mismo disparate.
Bush y Obama son el mismo perro, ni tan siquiera tienen diferente collar, de esto no nos debe quedar la menor duda.
Primero fue Iraq, después Afganistán, Libia, ahora le toca a Siria. Las mismas pre-potencias occidentales de siempre con los Estados Unidos a la vanguardia y con el mismo truco, el de “la utilización de armas químicas contra la población civil”, listas para bombardear al pueblo sirio y así “salvarlo del tirano Asad”.
No importa que el mundo entero esté en contra de este descabellado acto de magnicidio, ellos hacen lo que les da la gana porque saben que no pasará nada.
¿Quién puede decir ahora que no son los dueños del mundo?
Obama dice estar “listo” para atacar a Siria en cualquier momento pero asegura que buscará la autorización del Congreso antes de llevar a cabo cualquier acción militar contra ese país para dar un ejemplo de democracia. Este señor ni tan siquiera menciona a la ONU o a su Consejo de Seguridad, para él ellos no cuentan, para él quien manda en el mundo es el Congreso de los EEUU. Esta es la lección de democracia que este demagogo nos quiere dar.
Según la mismísima OTAN el 70 % del pueblo sirio respalda a su presidente pero a ellos no les importa, ellos se han empecinado en “liberarlo” para que el país caiga en manos de no se sabe quién.
Y como ellos son el poder no necesitan ni tan siquiera un mandato de la UNO. Se están limpiando el trasero con esta organización.
Al secretario de Estado, John Kerry tenemos que darle la razón cuando dice que “el uso de las armas químicas en Siria es una obscenidad”. No nos queda más remedio que darle la razón aún cuando sabemos que también es una obscenidad que sea él quien lo diga.
A Obama también tenemos que darle la razón cuando nos dice que Asad cruzó la linea roja, aún cuando sabemos que su país es el campeón mundial en cruzar lineas rojas.
Con Obama me cogí el dedo con la puerta cuando me burlaba de su famosa frase “Yes we Can”. Fui tan estúpido que hasta llegué a pensar que era una víctima, un juguete más de los mismos degenerados de siempre.
Pero me equivoqué, el presidente norteamericano Barack Obama es más peligroso que su antecesor George W. Bush, no tan tonto pero mucho más peligroso para la humanidad. No hay un conflicto internacional donde estos leguleyos no tengan metidas las garras viviendo del negocio de hacer guerras..
Lo que hace a Barack Obama un ser extremadamente peligroso es esa nefasta popularidad que le da el lujo de cometer atrocidades sin que la gente “al parecer” se dé cuenta. Este señor tiene embelecado a medio mundo, no solo continuó haciéndole la guerra a Iraq y Afganistán sino que siguió haciendo guerras de rapiña utilizando los mismos argumentos que su antecesor.
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos colocó micrófonos en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y espió sistemáticamente a estados e instituciones incluso de países aliados como la Unión Europea y al organismo de supervisión nuclear de la ONU, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
La reacción de la ONU se ha reducido única y exclusivamente en “pedirle explicaciones”.
¡Que vergüenza!
Por eso debemos olvidarnos de esta organización, de su Consejo de Seguridad y del inútil de Ban Ki-moon. Ya nosotros no la necesitamos, ¿para qué? si los que mandan son los señores de la Casa Blanca y sus marionetas europeas.
Imaginémonos que hubiera pasado si en vez de haber sido los Estados Unidos el que hubiera espionado a la ONU, hubiera sido Irán o Corea del Norte, entonces “otro gallo cantaría” y las consecuencias hubieran sido sanciones y más sanciones.
Ahora dice el Nuevo (viejo) Herald, esa caricatura de periódico del sur de la Florida que según un informe de la ONU “el armamento cubano encontrado en un carguero con rumbo a Corea del Norte viola sin lugar a dudas las sanciones de la ONU, y parte del mismo parecía ser enviado para el uso de Pyongyang, y no para ser reparado y devuelto como alega Cuba”.
De ser esto cierto habría que preguntarle a Ban Ki-moon si no le da pena que una comisión de la organización que preside llegue a tan bochornosa conclusión.
Habría que preguntarle a este señor cuando su organización se llenará de valor para sancionar a los países que más trafican con armas en el mundo empezando por Estados Unidos.
Es un bochorno que los más grandes traficantes de armas en el mundo se otorguen el derecho de decidir de que lado está la razón y quién puede o no tener armas para defenderse.
Es una ofensa a la inteligencia humana que el país que no solo dispone de un arsenal nuclear sino además que ha sido el único país en el mundo que lo ha utilizado contra otros países se otorgue el derecho de decidir quién puede o no poseer armas nucleares.
¿Como podemos seguir permitiendo que estos señores sigan haciendo lo que les venga en gana como si fueran los dueños del Universo? ¿Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas?"

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